Son las cuatro, es de noche.
Y yo despierto, huyendo de los
sueños.
Son las siete, sigo cuerdo.
Me levanto a por melancolía
sin azúcar.
Son las nueve, no hay nubes.
Y a pesar de todo, huele a día
gris.
Son las once, salgo fuera.
El aire sucio invade mis
pulmones.
Son las una, veo visiones.
Y persigo a una chica rubia.
No eres tú.
Son las tres, tengo hambre.
Es inútil, sólo tus besos me
sacian.
Son las cinco, cierro los
ojos.
Vuelvo a abrirlos. Creo
escuchar tu risa.
Son las siete, hace viento.
Hace tiempo que no vuelo.
Son las nueve, tengo frío.
Y Bob Dylan me canta al oído.
Son las once, tengo miedo.
La cama está fría en el lado
derecho.
Son las una, pasa el tiempo.
Y yo soy náufrago, anclado en
los recuerdos.
Son las tres, la Luna me mira.
Le he mentido. Le he dicho que
ya no te quiero.
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