domingo, 22 de marzo de 2015

Feliz Navidad.


La cálida luz de un Sol de invierno iluminaba a la pequeña Cati, que jugaba con trozos de tela atados entre sí, simulando una muñeca. La niña, que cantaba y movía su juguete como si este estuviera bailando, escuchó gritos y risas en el parque situado al lado de su casa. Decidió buscar una vieja caja de madera donde su mamá guardaba la ropa, la vació y la puso bajo el marco de la ventana, subiéndose a ella para mirar a los otros niños y niñas que jugaban con sus regalos de Navidad. Unos jugaban con juguetes teledirigidos, otros con enormes robots e incluso había un que otro pequeño grupo jugando con algún reluciente balón de fútbol. Cati observaba como todos ellos reían, ¡parecían tan felices con sus juguetes nuevos! De repente volvió la cabeza hacia su muñeca y pensó en el momento que su madre se la dio el día de Navidad de hacía dos años. Desde ese año no había vuelto a recibir regalos, y su familia había tenido que abandonar su casa de Colombia para venir a la casa de España, siendo esta más vieja. Su papá cada vez traía pan más duro y su mamá parecía más delgada y enferma cada día.
Siempre que Cati preguntaba por qué Santa no le había traído juguetes puesto que había sido muy buena, mamá respondía que tal vez se habían perdido por el camino, y ella le decía que era imposible, que en la carta había puesto su nueva dirección.

Aquel día unos señores malos vinieron a casa de Cati y le dijeron a su familia que ya no podían vivir en esa casa porque no habían pagado. '¿Por qué tenían que pagar?' se preguntaba ella. No entendía nada.

- Anni

No hay comentarios:

Publicar un comentario