Este personaje ha sido creado con la tinta de A (@backtoimagine) y L (@tintayversos).
Precaución ante ella y sus ojos que gritan pertenecer a otro lugar.
Precaución.
Parece no pertenecer a este mundo con sus ojos que asimilan cambiar de color a cada nuevo vistazo que les dedicas.
Sí, precaución; su pelo indica que de este mismísimo mundo no es.
Pensarás: ¿Se parece al cielo azul?
Pero no, es como el mar en los días de Tormenta,
el mar cuando parece que llora
o el mismísimo cielo
al apagarse y dejar entrada
a la Noche.
Noche, como ella cuando se desliza
por tus pensamientos,
convirtiéndose en el sueño más temido
y la pesadilla más hermosa,
haciéndote creer que algún día será tuya.
Pero X nunca tuvo dueño.
X pende de un hilo sin colgarse de
las agujas del asfixiante Tiempo que
constituye el mundo.
Pende de una cuerda atada al cielo
y pisa este mundo procurando
no dejar mucha huella.
Cree que, si deja huella, algún día
acabará atándose;
y ella no quiere atarse,
porque atarse es asfixiarse,
perderse y olvidarse.
Y así, enamorarte de ella
es caminar por la cuerda floja,
saltar sin paracaídas y tener
fe ciega en el Amor,
ya que en cualquier momento
puede escaparse y dejarte a ti
con la cuerda al cuello
y un millón de versos que jamás
serán leídos.
Y entonces fingirá que nunca ha arañado
tu Alma con su mirada felina, que nunca
se desabrochó todas las dudas
para rozarte.
No, no te enamores de X,
X algún día se irá,
pero ella antes
que todos los demás.
Y así fue cómo me enamoré de ella.
La Tormenta que se derrama por
su espalda hasta llegar a las
caderas formaba un sinuoso río
en el que quería ahogarme.
El azul de su pelo contrastaba con
la palidez de su serpenteante cuerpo
haciendo que aquello pareciese
un fondo de cielo azul con nubes
esparcidas por él (y por mí).
El rojo de sus labios
que pedían a gritos ser besados,
las ganas procedían
de mis entrañas.
X siempre fue el personaje
del que no debí enamorarme;
y, finalmente, lo que no debes hacer
acaba siendo lo que realizas.
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